En la sociedad actual, donde la comunicación juega un papel fundamental en nuestras relaciones interpersonales y profesionales, la asertividad emerge como una habilidad indispensable.

A menudo, enfrentamos situaciones en las que necesitamos expresar nuestros pensamientos, sentimientos y derechos, pero ¿cómo lo hacemos sin ofender ni ser ofendidos?

Aquí es donde entra en juego la asertividad.

 

Definición de asertividad

La asertividad es la capacidad de expresar tus propias opiniones, sentimientos, necesidades y deseos de manera clara, directa y respetuosa, sin violar los derechos de los demás.

Es un equilibrio entre la pasividad (no expresar tus propias necesidades) y la agresividad (violando los derechos de los demás).

 

Otras maneras de llamar a la asertividad

  • Comunicación asertiva
  • Habilidad de autodeclaración
  • Autoafirmación
  • Expresión no agresiva

 

Origen del término asertividad

La palabra «asertividad» proviene del latín «assertum», que se traduce como «declaración» o «afirmación».

En la década de 1940, Andrew Salter introdujo la asertividad como un rasgo de personalidad en su teoría del comportamiento.

No obstante, no fue hasta los años 70 cuando la terapia de asertividad se popularizó como una forma de entrenamiento en habilidades sociales.

 

Características de la Asertividad

  • Expresión clara y directa: Las personas asertivas tienen la habilidad de articular sus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera franca. No emplean rodeos innecesarios ni envuelven sus mensajes en ambigüedades. Esta claridad en la comunicación evita malentendidos y permite que otros entiendan y respeten su perspectiva.
  • Respeto mutuo: Una de las piedras angulares de la asertividad es el respeto. Mientras defienden y expresan sus propios derechos, las personas asertivas también reconocen y valoran los derechos de los demás. Este equilibrio evita caer en comportamientos agresivos o pasivos.
  • Autoconocimiento: La asertividad va de la mano con el autoconocimiento. Aquellos que son asertivos entienden sus propias necesidades, valores y límites. Esta autoconciencia les permite expresarse con autenticidad y defender lo que es importante para ellos sin dañar a otros.
  • Escucha activa: Más allá de expresarse, la asertividad también implica escuchar. Las personas asertivas no monopolizan la conversación; en su lugar, prestan atención genuina a lo que otros están diciendo, haciendo preguntas cuando es necesario y ofreciendo respuestas consideradas.
  • Regulación emocional: La asertividad no es una expresión de emociones desbordadas. Las personas asertivas pueden manejar y controlar sus emociones, especialmente en situaciones tensas o conflictivas. Pueden sentir enojo o frustración, pero eligen responder de manera calmada y respetuosa.

Más características

  • Autoafirmación con tacto: Mientras que ser asertivo implica la autoafirmación, no se trata de ser confrontativo. Las personas asertivas buscan la manera de afirmar sus puntos de vista sin atacar ni menospreciar los de los demás.
  • Capacidad para decir «no»: Uno de los desafíos más grandes para muchas personas es negar una solicitud o establecer un límite. Las personas asertivas tienen la habilidad de rechazar peticiones de manera respetuosa, sin sentirse culpables o permitir que los manipulen.
  • Búsqueda de soluciones: En lugar de quedarse en el problema, las personas asertivas buscan soluciones. Cuando se enfrentan a un conflicto, intentan encontrar un terreno común o una solución que beneficie a todas las partes involucradas.
  • Receptividad a la retroalimentación: La asertividad también implica estar dispuesto a recibir feedback, ya sea positivo o constructivo, y usarlo para crecimiento personal.
  • Flexibilidad: A pesar de tener claridad en sus valores y necesidades, las personas asertivas son flexibles en su enfoque, lo que les permite adaptarse a diferentes situaciones y personas sin comprometer sus principios fundamentales.

Al comprender y cultivar estas características, cualquier persona puede mejorar sus habilidades de comunicación y construir relaciones más saludables y respetuosas en todas las áreas de su vida.

 

Ventajas de la Asertividad

  • Mejora las relaciones interpersonales.
  • Fomenta el respeto mutuo.
  • Reduce el estrés y la ansiedad.
  • Fomenta una comunicación más clara y efectiva.
  • Incrementa la autoestima.

 

Inconvenientes de la Asertividad

  • Puede ser malinterpretado por aquellos que no están familiarizados con el concepto.
  • Requiere de práctica y, en ocasiones, salir de la zona de confort.
  • En culturas o entornos donde la comunicación directa no es la norma, puede ser visto como grosero o confrontativo.

 

Cómo aplicar la Asertividad en la vida Diaria

  • Autoconocimiento: Antes de poder ser asertivo, es crucial conocerse a uno mismo: identificar las propias necesidades, deseos, límites y valores. Esto implica una introspección regular y, a veces, llevar un diario puede ayudar en este proceso.
  • Practicar la escucha activa: Para ser asertivo, no sólo es importante expresarse, sino también escuchar activamente a los demás. Esto significa prestar toda la atención a la persona que está hablando, no interrumpir y hacer preguntas pertinentes para clarificar puntos.
  • Uso del lenguaje «yo»: Al comunicar sentimientos o necesidades, es útil usar frases que comiencen con «yo», como «yo siento» o «yo prefiero». Esto asume la responsabilidad de los propios sentimientos y evita culpar o señalar a otros.
  • Entrenamiento en habilidades asertivas: Si sientes que la asertividad no es tu punto fuerte, considera tomar un curso o taller. A menudo, se ofrecen entrenamientos en habilidades de comunicación que incluyen técnicas asertivas.
  • Definir límites claros: Decide de antemano qué estás dispuesto a tolerar y qué no. Una vez que establezcas esos límites, sé firme pero respetuoso al hacerlos cumplir.
  • Practicar respuestas: Si hay situaciones que sabes que son desafiantes para ti, ensaya respuestas asertivas de antemano. Puede ser útil hacerlo con un amigo o frente a un espejo.

Más para aplicar

  • Mantente calmado: Aprende técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación para mantener la calma, especialmente en situaciones tensas. Responder con calma aumenta la efectividad de la comunicación asertiva.
  • Aprender a decir «no»: No tienes que aceptar todas las solicitudes o demandas que se te hagan. Practica maneras de declinar peticiones de manera respetuosa pero firme.
  • Busca retroalimentación: Pide a amigos o colegas de confianza que te den su opinión sobre cómo te comunicas. La percepción externa puede ser valiosa para ajustar y mejorar tu enfoque.
  • Reforzar la asertividad en otros: Cuando observes actitudes asertivas en otros, elógialas. Esto no solo refuerza su comportamiento, sino que también te sirve como un recordatorio del tipo de comunicación que estás tratando de lograr.
  • Reevaluación y adaptación: La asertividad no es una habilidad estática; las situaciones cambian y, con ellas, nuestras respuestas. Tómate el tiempo para reevaluar tus técnicas y adaptarte según sea necesario.

 

Aplicar la asertividad en la vida diaria no sólo mejorará tus relaciones personales y profesionales, sino que también te ayudará a sentirte más en control de tus interacciones, a reducir el estrés y a aumentar tu autoestima.

Es un viaje continuo de crecimiento y auto-mejora.

 

Herramientas y métodos para la aplicación de la Asertividad

  • Técnicas de relajación: La ansiedad puede ser un impedimento para la asertividad.
  • Técnica del disco rayado: Repite tu punto de vista o solicitud de forma calmada y persistente, sin dejarte arrastrar a argumentos secundarios.
  • Ensayo conductual: Practica situaciones desafiantes con amigos o terapeutas para prepararte para el escenario real.

 

Anécdotas y curiosidades de la Asertividad

  • El origen del término: Si bien el concepto de asertividad ha existido durante mucho tiempo, no fue hasta los años 60 y 70 que se popularizó en el mundo de la psicología, especialmente con el auge de la terapia de comportamiento y los programas de entrenamiento en habilidades sociales.
  • La paradoja del «no»: A pesar de que muchas personas temen decir «no» por miedo a ofender o causar conflicto, en muchas culturas, ser directo y establecer límites claros es visto como una señal de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
  • La asertividad en diferentes culturas: Es interesante notar que lo que se considera asertivo en una cultura puede no serlo en otra. Por ejemplo, en algunas culturas asiáticas, ser directo y confrontativo puede considerarse grosero, mientras que en culturas occidentales, se valora la franqueza.
  • Historias de éxito: Hay numerosas anécdotas de personas que, al aprender a ser asertivas, han transformado sus carreras y relaciones personales. Desde empleados que finalmente pidieron (y recibieron) el aumento que merecían, hasta individuos que pudieron establecer límites saludables en relaciones tóxicas.

Más curiosidad

  • La asertividad y las figuras históricas: Mahatma Gandhi es un ejemplo clásico de asertividad. Aunque siempre abogó por la no violencia, también fue firme y claro en sus demandas y creencias, demostrando que es posible ser asertivo sin ser agresivo.
  • Los malentendidos comunes: La asertividad a menudo se confunde con la agresividad. Sin embargo, hay una diferencia clara: la asertividad respeta los derechos y sentimientos de los demás, mientras que la agresividad los viola.
  • La influencia de la era digital: En la era de las redes sociales, la asertividad ha tomado un nuevo giro. Con la facilidad de «fantasmear» (ignorar mensajes) o ser agresivo detrás de una pantalla, aprender a comunicarse asertivamente en plataformas digitales es un nuevo desafío para muchas personas.
  • El efecto espejo: Una curiosidad observada por muchos psicólogos es que cuando una persona comienza a comportarse de manera asertiva, a menudo inspira a aquellos a su alrededor a hacer lo mismo. Este «efecto espejo» puede tener un impacto positivo en comunidades y grupos.
  • Asertividad en la literatura: Hay libros de autoayuda que se han convertido en bestsellers centrados exclusivamente en el arte de la asertividad, como «Cuando digo no, me siento culpable» de Manuel J. Smith.
  • Celebridades y asertividad: Numerosas figuras públicas, desde actores hasta empresarios, han hablado sobre la importancia de la asertividad en su éxito. Oprah Winfrey, por ejemplo, ha mencionado en varias ocasiones cómo aprender a establecer límites y defender sus opiniones fue crucial en su carrera.

Estas anécdotas y curiosidades demuestran que la asertividad, aunque pueda parecer un simple concepto de comunicación, tiene profundas raíces y ramificaciones en múltiples aspectos de la sociedad y la historia.

 

Conclusión Asertividad: La clave para comunicarte eficazmente y con respeto

En conclusión, la asertividad es una habilidad fundamental que puede mejorar nuestra comunicación, nuestras relaciones y nuestro bienestar general.

Con práctica y compromiso, cualquiera puede desarrollar esta valiosa habilidad.